Pero esto de tratarse a garabato limpio no es nuevo en candidatos a la primera magistratura de la nación. Anteriormente dos de ellos, en distintas instancias históricas, habían intercambiado incontenidas palabras en el momento previo a asumir sus investiduras políticas. La particularidad en este caso es que se trató de dos insignes nombres de nuestra poesía: Pablo Neruda y Vicente Huidobro.