
Santiago Sierra "La Cuña Negra (Monumento a la desobediencia civil)". Gentileza del artista y de galería Helga de Alvear
La ceniza sustituye la cúpula de Islandia durante el proceso de transformación/concienciación de la ciudadanía. Los habitantes de la pequeña isla, que ven como su apacible y consumista vida se convierte en deudas, expropiaciones, desahucios, perspectivas decadentes, agarran el martillo y golpean la cuña que romperá la cáscara del planeta.
Aún no se ha abierto el séptimo sello,
aquel que acabará con el capitalismo.
El sexto sello se abrió con la dimisión del
Primer Ministro de Islandia Geir Hilmar
Haarde en el 2009.
Aún no se ha abierto el séptimo sello,
aquel que acabará con el mundo.
El sexto sello se abrió con la erupción
del volcán Eyjafjallajökull en el 2010.
Preámbulo
Siglo I d.C.
Las comunidades cristianas viven bajo el dominio del Imperio Romano. Padecen una crisis insostenible; son perseguidos, humillados y castigados. Estos hechos inspiran la escritura de El Apocalipsis.
1919
El Lissitzky, artista ruso, materializa su apoyo a la facción bolchevique con el cartel “Golpead a los blancos con la cuña roja”. Metáforas las justas. Propaganda al servicio de la causa socialista firmado por uno de los artistas más creativos y revolucionarios del Constructivismo. Nunca antes el arte se ha unido a una visión política de forma tan estrecha, en un intento de “cambiar el mundo”.
1929
Crisis económica mundial. Comienza a construirse el rascacielos más alto del planeta; “The Empire State Building” (“El edificio del imperio estatal”).
1930
Otro falo metálico se erecta sobre el suelo de New York; “The Rockefeller Plaza”, financiado por la familia Rockefeller, sospechosa de enriquecimiento ilícito, de provocar el Crack del 29, y abiertamente acusada de monopolizar el mercado.
1962
En 1962 un camión de escombros arrojó ascuas en un vertedero en Centralia, Pensilvania. Las ascuas prendieron un fuego que conectó con una veta de carbón subterráneo de una mina cercana.
Los artistas Christo y Jeanne-Claude instalan más de un centenar de barriles de petróleo bloqueando una calle de París, la Rue Visconti, a pesar de la reticencia de las autoridades. Titulan a la obra “Rideau de Fer” (“Cortina de acero”), aludiendo al Muro de Berlín. Su trabajo, el primero de gran tamaño, además de ofrecer una estética atractiva, tiene un mensaje comprometido.
1971
A principios de los setenta, obligado por una crisis económica incipiente, el Presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, abandona el patrón oro. Tras chupar crudo del interior de la tierra como sanguijuelas, y por la negativa de los Países Árabes de suministrar más petróleo a las naciones que apoyaron a Israel, el pueblo elegido, en la Guerra del Yom Kippur, en 1973 se adviene la “Crisis del Petróleo”. Las consecuencias se sufren durante años y resuenan en la posterior crisis del 79.
1972
El artista Stuart Brisley realiza una performance en la “Gallery House” de Londres en 1972. Permanece flotando sobre un líquido oscuro, denso, putrefacto (que podemos denominar mierda) en una bañera durante dos horas. Acciones, happenings y performance se repiten en galerías y museos compartiendo una sensación; de absurdo, de aburrimiento, de autodestrucción.
1979
En el año de la Segunda Crisis del Petróleo, algunos vecinos de Centralia alertan de un incendio en una mina. El alcalde, John Coddington, comprueba la temperatura de la gasolina en una estación cercana. Casi 80 grados centígrados (“The Day the Earth Caved In”, Joan Quigley, 2007).
Años 80. El Génesis.
En 1980 el Museo Whitney de Arte Americano adquirió el cuadro
por un millón de dólares. El precio más alto gastado jamás por la obra de un artista vivo. Son tres cuadros en uno: tres pinturas de la bandera de los Estados Unidos, una encima de otra. La trinidad rentable.
Centralia, 1981. Un niño de 12 años, Todd Domobski, cae en un pozo que se ha abierto en el patio trasero de su casa. El agujero es de un metro y medio de ancho por 46 de profundidad. Del hoyo sale un vapor caliente con un nivel letal de monóxido de carbono. Centralia se convierte en una miasma. La población es obligada a evacuar la ciudad. Grietas y pozos se abren por toda la zona, emanando vapores y lava.*
En el centro de la tierra, durante los años ochenta, se produjo un epiléptico movimiento telúrico. Minerales (“The Iron Lady”; “La Dama de Hierro”, Margaret Tatcher) y liberales (“The Gipper”, “El estafador”, según era apodado Ronald Reagan) fueron transformando las capas subterráneas del planeta de forma imperceptible. La escuela de Chicago fue una fábrica de encantadores de serpientes; Milton Friedman, George Stigler…los Chicago Boys que con su mordedura venenosa dejan la Chile de Pinochet y la Argentina de Menem como ejemplos de lo que el neoliberalismo sin cascabel puede hacer por la ciudadanía. El liberalismo no conlleva una lucha entre iguales a nivel empresarial, sino la preponderancia de unas pocas marcas globales que inundan el mercado.
“Y que ninguno pudiese comprar o vender, sino el que tuviera la señal, o el nombre de la bestia, o el número de su nombre”. Apocalipsis, 13:17. En 1987 ocurriría el fin del mundo, según coincidían muchas interpretaciones de El Apocalipsis. No tuvo lugar. Lo que sí aconteció fue el “Lunes Negro”; el 19 de octubre el Dow Jones perdió más de 500 puntos, la peor caída desde el crack del 29.
Año 2006. Sermón de Al Gore en el Monte de los Olivos.
Al Gore, aspirante a presidente de los Estados Unidos crucificado en Florida en las elecciones del 2004 por los votos mariposa, rechazado por el lobby judio, resucitó al tercer día convertido en un mesías del ecologismo. En el 2006 habla en salas de conferencias sobre el cambio climático provocado por la emisión de contaminantes por parte de las grandes fábricas del primer mundo. Una “verdad incómoda”. Algunos enlazaron el latente abocamiento hacia un desastre natural global con profecías apocalípticas.
El neoliberalismo caníbal que se iba acumulando en el centro de la tierra y de nuestros cerebros como una ardiente bola de helado, aumentaba en volumen ejerciendo una presión sobre la piel del planeta que amenazaba con un estallido final de magma. Los manómetros enloquecen. Y ese amanecer de la conciencia con respecto al cambio climático no produjo un efecto tangible. Las medidas que se presuponían iban a ser tomadas por los principales países en Kioto fueron desactivadas. Lo que sí se reactiva son las economías de dichos países, cuyos mercados baten récords olímpicos a diario. Todos siguieron durmiendo en el Monte de los Olivos.
Nuevo top en una casa de subastas por la compra de una obra de Jasper Johns. Los coleccionistas privados Anne y Kenneth Griffin se hacen con el óleo “False Star” por 80 millones dólares. Otra vez, la cantidad más alta pagada por la obra de un artista vivo. La obra, una serie de manchas azules, rojas y amarillas, tiene escritos el nombre de varios colores que no coinciden con el cromatismo que anuncian. El título y la paradoja visual nos hablan de fraude.
Año 2007. Harpa.
Islandia, que hasta el siglo XX era uno de los países más pobres de Europa, gracias a una demoniaca desregularización bancaria, convierte a su capital, Reyjavik, como la ciudad más rica del mundo (datos de The Economist Group). En la ciudad se comienza a construir una de las mejores salas de conciertos del mundo, Harpa, con la participación del artista Olafur Eliasson.
Año 2008. Fannie Mae y Freddie Mac son expulsados del templo.
“Kuwait, Stock Exchange II” es una fotografía de Andreas Gursky de la bolsa de Kuwait. Vemos un montón de árabes cerrando acciones, negociando valores, o rezando en su idioma para que dejen de aparecen signos menos delante de las cifras del marcador electrónico. Esa instantánea fue vendida por 779.448 euros.
Clic. Crack. El año que en que Andreas Gursky toma esa instantánea las capas tectónicas del capitalismo se empiezan a tambalear. Empleados de Fannie Mae y Freddie Mac y de Lehman Brothers abandonan el edificio con la fotografía de su mujer y un guante de béisbol en una caja de cartón.
Mae y Mac son la Corporación Federal de Préstamos Hipotecarios y la Asociación Federal Nacional Hipotecaria. Es decir, los responsables de conceder y garantizar préstamos. Fueron nacionalizadas (rescatadas) para evitar su desplome gracias al dinero de los contribuyentes. Costó más de 130.000 millones de dólares.
Islandia entra en recesión a finales de año tras haber sufrido una brutal contracción de su producto interior bruto. El colapso bancario del país es el más grande sufrido en la historia económica mundial. La deuda asciende a 50.000 millones de euros (cinco veces más su PIB). La mayoría, meritoria de los bancos.
Año 2009. El Regalo del Pueblo
Mientras se va formando un enorme coágulo de lava bajo las faldas del volcán Eyjafjallajökull, concretamente el 20 de enero de 2009, coincidiendo con la vuelta al Parlamento del Primer Ministro después de sus vacaciones navideñas, el pueblo toma la calle. Tienen un regalo de navidad para Haarde. Hartos de pagar la factura de los excesos de los banqueros, políticos y empresarios que conforman la comitiva de los jinetes del Apocalipsis del banco central europeo al son de las trompetas. El tumor de fuego se convirtió en actividad sísmica a finales de 2009.
Hans Haacke es un artista cuyo interés se centra en el capitalismo y su interacción en el arte contemporáneo. Ha sido censurado, malinterpretado y también, venerado. “The invisible hand of the market” (“La mano invisible del mercado”) es una obra sencilla pero potente. Una instalación con la frase escrita y la palabra “mano” sustituida por una palma abierta y en movimiento de saludo. La ironía es muy clara. ¿Invisible?
Año 2010. El Sexto Sello
La empresa de telefonía móvil AT&T (cuyo símbolo es la palma de una mano abierta) utiliza roba la idea de los artistas Christo y Jeanne-Claude en un anuncio publicitario, cubriendo diversos espacios y edificios con grandes telas. Entre los elementos cubiertos, el skyline de los rascacielos de Manhattan (“Empire State Building” y “Rockefeller Plaza” incluidos), el letrero de Hollywood y la ciudad de Las Vegas. Para no pagar una posible multa por apropiación ilegal, inscriben este texto; “Los artistas Christo y Jeanne-Claude no tienen afiliación o relación directa o indirecta con AT&T”.
El 20 de marzo del 2010 la tierra revienta: el Eyjafjallajökull islandés ruge con gritos de llamas y ceniza y sume al norte de Europa en una noche gris. La tierra de hielo (“Iceland”) se convierte en la tierra de brasa. Estaba escrito:
Y miré cuando él abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como la tela de cilicio, y la luna se volvió como la sangre. (Apocalipsis, 6:12). Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. (15) Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; (16) y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; (17) porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
Mensajes catastróficos en todos los idiomas afirman que no solo los daños son irreparables, sino que lo peor está por llegar: habrá una segunda erupción más demoledora que la primera. La NASA advierte de que vendrá esa segunda explosión, y que será mucho más grave. Ólafur Grimsson, Presidente de la República de Islandia, dice los siguiente en una entrevista en la BBC; “Lo que hemos visto hasta ahora es, de hecho, un pequeño ensayo de lo que sucederá”.
Releamos el anterior párrafo pensando que no se está hablando de la erupción del Eyjafjallajökull sino de la crisis económica. Busquemos las siete diferencias. En el preámbulo de la tragedia vivimos una calma ignorante, mientras en el centro de la tierra un quimo en llamas se retuerce con furia. Las divisas, las acciones, los movimientos bursátiles bailan al ritmo de los mercados ajenos al terror que están generando. Cuando se desencadena la crisis llegan las voces alarmistas, la rabia incontenida.
La ceniza sustituye la cúpula de Islandia durante el proceso de transformación/concienciación de la ciudadanía. Los habitantes de la pequeña isla, que ven como su apacible y consumista vida se convierte en deudas, expropiaciones, desahucios, perspectivas decadentes, agarran el martillo y golpean la cuña que romperá la cáscara del planeta. Dicen no a los poderes económicos, bancarios y políticos con una serie de decisiones valientes y radicales, que ningún otro país copia. En ese decisivo 2009 toman las riendas de su país y alejan a los ladrones, especuladores y vendidos de la cúpula; logran que dimita su Primer ministro, Geir Hilmar Haarde, en una acción sin precedentes.
Año 2011. Hasta el techo
La crisis sacude a la deuda soberana de Estados Unidos, que toca techo (bóveda celeste).
El techo de Islandia se vuelve a ennegrecer. Erupciona otro volcán, el Grímsvötn, en su mayor explosión en décadas, mayor que la del Eyjafjallajökull del año pasado.
Año 2012. La parábola del capitalismo
Y en el 2012 Santiago Sierra va a Islandia. Hace dos obras. El 20 de enero del 2012, cuarto aniversario de la manifestación popular, o si lo prefieren, de la vuelta tras las Navidades del Primer Ministro, Santiago Sierra realiza un homenaje a los “héroes” de Islandia; los ciudadanos. Coloca frente al Parlamento “La cuña negra (Monumento a la desobediencia civil)”, una gran roca fracturada por un pequeño cono. ¿Tendrá alguna relación con el “Golpead a los blancos con la cuña roja” de El Lissitzky?). Mientras se ubica la “Cuña Negra” de Sierra, en el interior del Parlamento se decidía el procesamiento del antiguo Primer Ministro Geir H. Haarde.

Santiago Sierra “La Cuña Negra (Monumento a la desobediencia civil)”. Gentileza del artista y de galería Helga de Alvear
La referencia a la Desobediencia Civil, encarnada según el artista en la actitud de anomia de los islandeses, es invocada como la alternativa a los desmanes capitalistas. Esa desobediencia que ha sido elevada a literatura y a leyenda a través de Antígona (que se enfrenta a lo establecido enterrando a su hermano), del No de Thoreau a pagar el impuesto federal (mostrando su oposición a la esclavitud), la protesta de Habermas ante la decisión del gobierno alemán de instalar una plataforma de lanzamiento de cohetes. Antecedentes de pulsiones individuales que sirvieron de ejemplo a multitud de iniciativas colectivas.
El monumento de Sierra es una roca volcánica. Son los restos solidificados del sueño capitalista, esa fusión ardiente de minerales y liberales. Sierra añade una placa con el siguiente texto extraído de la Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano; “Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo la Insurrección es para el pueblo y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes”. La cuña negra que provoca la raja en la piedra simboliza al pueblo islandés, el Goliat frente a David, la esperanza frente al poder de los mercados. Santiago Sierra logra con austeridad erigir un símbolo a la lucha colectiva, un regalo en mitad de la fiebre monetaria. Se ajusta el último tornillo de la placa cuando aparece el portavoz del Parlamento con el resultado del juicio al primer ministro; inocente. Geir H. Haarde, acusado de negligencia en el colapso financiero, es absuelto. Las costas del juicio, calculadas en 24 millones de coronas islandesas (unos 143.000 euros), las pagará el Estado islandés.
La segunda obra de Sierra en Islandia fue Anuncio. Lo publica en el periódico para buscar banqueros responsables de la crisis ofreciendo un trabajo artístico. Como en todos los trabajos de Sierra, remunerado.
Año 2013. El Juicio Final
La palabra catástrofe viene del griego katastrepho. Si tomamos este término en el sentido en el que lo utiliza Shakespeare en Hamlet, catástrofe significa “retorno”. El retorno de lo odiado, de lo temible, de lo abominable. La catástrofe no es la crisis. La catástrofe no es el capitalismo. La catástrofe no es el neoliberalismo. La catástrofe es el triste, tristísimo hecho de que no hemos aprendido nada. De que todo lo ocurrido retornará.
En abril del 2013 se hacen públicos los resultados de las elecciones legislativas islandesas. El Juicio Final. Retorna el poder la centroderecha, los que estaban en el gobierno cuando estalló la crisis. Los que fueron acusados de provocar el derrumbe financiero junto con los bancos.
Cinco años después de la “heroicidad” del pueblo nos damos cuenta de que la revolución de la “primavera islandesa” se queda en revolcón primaveral. Coincide con el recuerdo de la erupción del volcán, aquella que sumió en el caos a Europa, que parecía ser la antesala de una combustión apocalíptica: nada era para tanto.
Me pregunto si el pueblo islandés, si su revolución del 2009, pasará a la historia como un acto heroico. Y también me invade la inquietante duda de si algún día se abrirá el séptimo sello.
El volcán Eyjafjallajökull descansa. Vigilado con un sistema de monitoreo constante.
La OCDE (Organización para la cooperación y el desarrollo económico) anuncia que la brecha entre ricos y pobres sigue aumentando.
El suelo de una inhabitada Centralia sigue emanando azufre y lava.
El colectivo de artistas españoles PSJM realiza una exposición donde resumen diez años de trabajos muy críticos con el capitalismo. Una de esas obras es “Capitalismo D.E.P. 1712-2014”. 1712 es el año en el que aparece el primer barco a vapor. 2014 es el año en el que, según profetizan estos creadores, morirá el capitalismo.

PSJM, 2009-2013, “Capitalismo D.E.P.”, Impresión digital montada sobre madera, 200 x 140 cm. y pared negra.
Año 2014. La segunda muerte.
(6) Después me dijo: Ya está hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al que tenga sed le daré a beber del manantial del agua de la vida, sin que le cueste nada. (7) El que salga vencedor recibirá todo esto como herencia; y yo seré su Dios y él será mi hijo. (8) Pero en cuanto a los cobardes, los incrédulos, los odiosos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos, y todos los mentirosos, a ellos les tocará ir al lago de azufre ardiente, que es la segunda muerte. (21) Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, y también el mar. (Apocalipsis 21:1-8)
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