La obra friso de Matilde Pérez, representativa de los inicios del arte cinético en Chile, opera metonímicamente dentro de la serie de problemas que son tratados en los contenidos de este número.
Con el paso de los años las luces de colores fueron apagándose lentamente, lo que terminó por la desinstalación de la pieza ante la remodelación del primer mall del país. Hoy, ya sea formal, política o utópicamente, otros movimientos operan en la relación entre arte y tecnología en la escena local ¿qué dirección se va articulando en esta variada pirotecnia?
I
A comienzos de los ochenta del siglo pasado, cuando Santiago de Chile aún conservaba los vestigios de una ciudad premodernizada, la artista Matilde Pérez concibió una obra instalativa en la fachada del recién inaugurado paseo comercial Apumanque. En el sector alto de la capital –geográfica y económicamente–, la obra consistía en una inmensa estructura de metal plateado, con formas geométricas que tenía una serie de luces de colores en su interior que se intercalaban al pasar el tiempo.
La obra era parte de las investigaciones que por esos años llevaba a cabo la artista en el Centro de Investigaciones Cinéticas de la Escuela de Diseño de la Universidad de Chile, creado en 1975. Esta obra marca un hito inicial en las relaciones entre arte, tecnología y contexto urbano en la historia del arte local.
II
Actualmente, la influencia en la vida cotidiana de las tecnologías de la información y la comunicación encabezadas por internet, como protagonistas de los diagnosticados “procesos de virtualización”, resultan esenciales en la comprensión de la sociedad y la sociabilidad (ya que impulsan una serie de transformaciones como la reconfiguración de las nociones de espacio y de tiempo; el paso hacia una homogeneidad las relaciones o el cambio en las estrategias de representación). Por otro lado, la intensa tecnologización a nivel instrumental ha modificado usos y prácticas en un sentido no solo sensorial: su expansión ha llegado a superar su carácter meramente objetual o de prótesis, convirtiéndose en dispositivos determinantes en la percepción y el comportamiento humano donde los límites entre ambos (máquina/cuerpo, virtual/real) se ven cada vez más difusos.
III
Para las artes visuales la relación con las tecnologías ha supuesto radicales cuestionamientos y transformaciones. Desde hace siglos se ha pensado la técnica como un factor decisivo en los cambios en la visualidad, sin embargo, la progresiva proliferación de las tecnologías y su influencia en la vida diaria han ocupado un lugar central en la reflexión artística desde los sesenta del siglo XX, interés que con el paso de las décadas ha ido incrementándose.
Experiencia estética, producción de arte y distribución de dispositivos, sumado a los conceptos de obra de arte y museo, han cambiado en función a las modalidades expansivas, abiertas y mutables que ofrece el contexto tecnológico y las redes, haciendo cada vez más evidente a la creación contemporánea la invación de sus consecuencias, modificándola radicalmente (profusión de imágenes, conocimiento iconográfico a través de la web, condiciones de percepción, niveles de participación del espectador‐usuario, posibilidades formales y retóricas de obra, nuevos soportes). En este proceso medial, presencia, virtualidad, interacción y automatismo serán conceptos cardinales.
IV
Sin embargo, pese a que estos fenómenos descritos tengan un carácter planetario (precisamente son ellos los que permiten la “mundialización” del mundo) es claro que todos los lugares no experimentan sus consecuencias de la misma manera. Y Latinoamérica es buen ejemplo para pensar este asunto. Los procesos acelerados de modernización de las economías y la cultura de la mayoría de sus países han provocado radicales contradicciones respecto a este horizonte hegemónico del “desarrollo” y las realidades locales concretas.
Este escenario generalmente se traduce, por un lado, en la precariedad de los medios disponibles (institucionales, materiales, sociales) para generar plataformas de intercambio visual y teórico en torno a estos temas y, por otro, en la incapacidad de los individuos de participar y decidir del destino al que son dirigidos los avances de la ciencia y la técnica (la relación, por ejemplo, entre ética y ecología). Ambos pueden resumirse en la inextinguible tensión entre la prepotencia del indómito capital global y las estrategias de acción de plataformas de gestión localizadas. Las tecnologías, en este contexto, representan a nivel significante la alegoría de ese horizonte, ese que las artes visuales contemporáneas intentan identificar, desterritorializar o alterar en tanto contradictorio.
Concentrándonos en las influencias y transferencias que las tecnologías traspasan al campo de las artes visuales contemporáneas es que Arteycrítica.org se propone, en el primer número de su segunda etapa, una mirada atenta a una serie de exposiciones y eventos que están marcando la pauta en una nueva configuración de lo medial. Entre ellos, la muestra recientemente inaugurada de Louis von Adelsheim Movimientos en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago, sede Quinta Normal (desde el 10 de abril hasta el 3 de junio), la X versión de la Bienal de Nuevos Medios Deus ex media llevada a cabo en el mes de enero del presente año, como también el inicio de la serie de muestras de videoarte en Matucana 100.
V
Esta mirada y recorte hacia el contexto permite que Arteycrítica.org abra un campo de problemas y debates coyunturales y específicos. En el presente número se abordan desde diferentes miradas los asuntos relativos a la relación del arte con los nuevos medios, las tecnologías, la percepción aumentada, la cultura visual y el internet. Estos diversos asuntos, que fueron convocados a partir del contexto abierto por la propia mirada post-curatorial, han decantado en problematizar los asuntos del espectáculo y la política, a partir de la muestra de Adelsheim en el MAC. El acontecer nacional ha llamado a repensar el destino político y crítico del arte chileno y contemporáneo, poniendo entre paréntesis la defendida autonomía del arte por una preciada contaminación con los ruidos y explosiones de la calle en el Chile actual. Pensar los problemas asociados a la tecnología y los medios ha significado un cuestionamiento de los dispositivos y los poderes asociados a la visualidad.
Por otra parte, la experiencia es un elemento que suele ir de la mano de la relación con las tecnologías y en este número de Arteycrítica.org se hace eco de las transformaciones de la experiencia que se han vivido a lo largo de grandes eventos como la Bienal de Nuevos Medios. El agotamiento de la relación funcional de la ciencia con el arte, en tanto la creación artística no se coloca en una situación de mero terreno de experimentación sino que además cuestiona los factores políticos y sociales que van de la mano de las grandes expansiones científicas.
A estas discusiones de gran envergadura se suman voces que perciben, en primera persona y desde la afección y la subjetividad, los cambios asociados a mundo altamente tecnologizado, virtual y global. Los asuntos de discusión nacional e internacional son procesados por cuerpos individuales, en vías de pérdida de individualidad mientras son atravesados e invadidos por las omnipresentes fuerzas de la tecnología y del contexto virtual.
VI
Todos estos asuntos son abordados en el presente número de la revista Arteycrítica.org. Nuestra elección post-curatorial pasa por afrontar desde un cuestionamiento crítico y una mirada reflexiva, los asuntos que van nutriendo la escena artística local. En contexto chileno, donde la tradición, la enseñanza universitaria de taller, ciertas materialidades, la distancia geográfica con los referentes, son asuntos de gran importancia. Situar a la tecnología y la cultura virtual como conceptos de trabajo viene a ser una decisión incisiva. Hoy en día, a nadie se le escapa la centralidad de nuestros aparatos digitales, la pregunta implica llevar tal aceleración modernizadora al terreno reflexivo de las artes visuales. Su potencial crítico es imprescindible para pensar el presente. Darle a ese presente un relato, una mirada y una lectura.
VII
La obra friso de Matilde Pérez escogida por Arteycrítica.org, representativa de los inicios del arte cinético en Chile (allí donde la tecnología recién aparecía como nuevo terreno de experimentación visual y material), opera metonímicamente dentro de la serie de problemas que son tratados en los contenidos de este número. Con el paso de los años las luces de colores fueron apagándose lentamente, lo que terminó por la desinstalación de la pieza ante la remodelación del primer mall del país.
Hoy, ya será formal, política o utópicamente, otros movimientos operan en la relación entre arte y tecnología en la escena local cabe preguntarnos qué dirección se va articulando en esta variada pirotecnia.
(El diseño visual de la portada fue trabajado por la artista Camila Astaburuaga)